Opinión México
http://www.argenpress.info/nota.asp?num=036635
Por: Patricio Cortés
(Fecha publicación:11/11/2006)
* “Hace 10 años y hoy están contabilizados 19 millones de mexicanos en pobreza extrema”: Adolfo Sánchez Almanza * “México tiene problemas alimenticios muy serios que impactan los niveles de competitividad, porque restringen el desarrollo intelectual”: Felipe Torres * La deuda pública pasó de 23.058 pesos a 30.900 pesos por persona * Para Manuela Olivos en libertad de expresión “estamos peor” que en el gobierno de Zedillo.
Dime de qué presumes y te diré de que careces, versa la sabiduría popular y al hacer una breve evaluación del gobierno saliente, encontramos que el dicho encaja perfectamente. Es de todos sabido que el sexenio no destacó por ser muy productivo, aun en los rubros donde supuestamente hubo avances significativos, al analizar las cifras chocamos con la aplastante realidad.
Primero, una frase repetida al infinito: ¡Ya no estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos”, alegando que la deuda externa ha disminuido, el problema radica en que en realidad debemos mucho más que en sexenios anteriores.
El truco está en convertir la denominada deuda externa, en deuda interna.
Si consideramos que la mayoría de los bancos que trabajan en México ahora son propiedad del extranjero (logro de Vicente Fox Quesada) prácticamente le debemos a los mismos.
Para ilustrar el incremento al inicio de la administración, de acuerdo con cifras de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público cada ciudadano mexicano debía al nacer 23 mil 58 pesos, y para 2005 la deuda per cápita creció a 30 mil 900 pesos.
Hoy la administración foxista debe alrededor de 3.3 billones de pesos, un billón más que la anterior, sin contar que se pagaron cifras exorbitantes en cuanto a deuda, disminuyendo el gasto social.
Llama la atención que a pesar de las quejas por la falta de una reforma fiscal para recabar más recursos para la Federación, cargando el IVA a alimentos y medicinas, los recursos de los que dispuso Fox no fueron nada despreciables, pues hubo una bonanza petrolera sin precedente.
Para ejemplificar, los ingresos presupuestarios de los que dispuso Zedillo el último año de su gobierno fueron de un billón 184.9 millones de pesos; mientras Fox tuvo para gastar un billón 948 mil millones de pesos, cifra que no le fue suficiente para mantener finanzas sanas en términos reales.
Cabe mencionar que a pesar de la bonanza petrolera que fue desaprovechada, según declaraciones del propio gobernador del Banco de México Guillermo Ortiz; el sector energético se endeudó tremendamente vía Proyectos de Inversión en Infraestructura Productiva de Impacto Diferido y Registro en el Gasto Público (Piridegas, cuya autorización no pasa por el Congreso).
Al inicio del sexenio (de acuerdo con el Banco de México) debíamos por estos instrumentos 149 mil millones de pesos, al cierre de 2005 la cifra ya ascendía a 460.8 mil millones de pesos.
Otro “logro” de la presente administración es la supuesta disminución de la pobreza; no obstante, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que durante 2005 el combate a la pobreza fue “no significativo”, pues a escala nacional el número de pobres se disparó, el número de personas a escala de indigencia creció en más de un millón.
Basado en la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares 2005, hay más pobres en patrimonio –es decir, que no pueden adquirir requerimientos básicos de alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, transporte público y educación– en comparación con los datos reportados al inicio y la mitad del sexenio.
El especialista en pobreza y estudios urbanos del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Adolfo Sánchez Almanza nos dice: “Tenemos la misma cantidad de pobres, creció la población se redujo la pobreza en términos relativos (porcentuales), pero en términos absolutos estamos igual, no ha habido avances”.
Es decir: hace 10 años y hoy están contabilizados 19 millones de mexicanos en pobreza extrema.Sánchez Almanza expone: “Sí se reduce en términos relativos la pobreza, pero debes considerar que se fueron muchas personas del país. La emigración, solamente en el sexenio de Fox es de más de tres millones de personas, que podría ser la diferencia; no porque todos sean pobres, pero sí en alta proporción. Entonces eso reduce la presión sobre la medición oficial en el país.
“Los avances en todo caso han sido mínimos, lo que nos está haciendo falta es hacer una medición multidimensional de la pobreza. Es decir, no sólo por ingreso, sino por otros mecanismos que tienen que ver con el tiempo invertido de las personas para su reproducción, porque a la mejor tienen un buen ingreso, pero están trabajando doble o triple jornada. Incorporas más tiempo, más esfuerzo físico y más integrantes de la familia para obtener los mismos ingresos o un poquito más de lo que tenían hace 10 años”, agrega.
Acota: “Según los últimos datos hubo un repunte en la pobreza alimentaria de un millón de personas, es decir, se venía reduciendo y volvió a aumentar, eso te dice que hay un rezago enorme y que lo que se ha hecho por parte del Estado ha sido insuficiente”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que elabora el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la percepción total promedio mensual por persona durante 2005 fue de 3 mil 203 pesos, lo cual representa un incremento de 6.0%, respecto de la cifra del año 2000.
Al centrarse en el 10% constituido por la población más pobre, el ingreso mensual aumentó 19% en el mismo periodo, con lo cual pasó a 425 pesos, en promedio.Sin embargo, el especialista opina: “Hay que utilizar diferentes maneras de medir la pobreza, no solamente el ingreso; porque una persona puede mejorar el ingreso, aunque sea poquito, pero empobrecerse por necesidades básicas, o sea, en acceso a la educación, a la salud, a la vivienda, al patrimonio en general”.
Discrepa de las estadísticas oficiales: “Hablan de 49 millones, si introducimos otras formas de medición, podríamos hablar del 60%, dependiendo de los métodos de medición”.
Por su parte Felipe Torres, también del Instituto de Investigaciones Económicas, especialista en alimentación, tampoco coincide con las cifras oficiales. De hecho expone que la canasta básica (necesaria para alimentar a cuatro personas) se ha incrementado en lo que va del sexenio aproximadamente 30%; cifra superior al 19% que se incrementó el ingreso del sector más pobre: es decir, les alcanza para comprar menos comida, rubro en el que gastan 80% de sus ingresos.
“En el ramo alimentario solamente, que es el indicador principal en términos de medición de la pobreza, ese supuesto mejoramiento de los niveles de pobreza no se vio reflejado; seguimos teniendo los mismos números absolutos de población desnutrida en México: entre 20 y más de 30 millones en desnutrición crónica y alrededor de la mitad de la población con problemas nutricionales en distintas medidas, de moderado a grave”.
Llama la atención que el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) recientemente cuestionó al gobierno mexicano por la ausencia de una política social de combate a la pobreza en áreas urbanas; mientras el Programa Mundial de Alimentos (PMA), también de la ONU, hace tres años nos felicito por el Programa Oportunidades.
Ese es sólo un ejemplo de cómo diversos órganos internacionales dependiendo del departamento que haga el estudio y la metodología critican un día, alaban al siguiente. Fox, por cierto, sólo le da crédito a aquellos informes que le son favorables.
Felipe Torres comenta: “Lo que sucede es que hay que verlos por la metodología. Esas cuentas no ayudan en nada, no porque el padrón alimentario prácticamente no se ha modificado; el monto de los consumos tampoco se ha modificado; y las posibilidades de accesos a los alimentos, tampoco se han modificado.
Entonces, el Instituto Nacional de la Nutrición está haciendo a cada rato encuestas nutricionales y no reporta una cifra que indique que ha cambiado la situación en los últimos 10 años”.
Al referirse a las cuentas alegres de Foxilandia opina: “Es un patrón de funcionamiento en la forma de evaluar los logros de un sexenio. Obviamente al final del sexenio cada quien hablará de que todo mejoró; pero si no cambió la política económica, no varió en ningún sentido, ni en el control de las variables macroeconómicas ni en términos de incremento de gasto público, sino al contrario se fue contrayendo, no pueden decir que ni las políticas sociales ni las económicas hayan sido exitosas”.
Refiere: “Lo que sí ha crecido mucho es la asistencia privada, como Un kilo de ayuda; pero el impacto es demasiado reducido, no llega a más del 1% de la población. La ayuda privada es insuficiente, pero si creció el número de instituciones dedicadas a eso, como resultado de un vacío de la política social gubernamental que debería atender a través de los sistemas de combate a la pobreza, donde está incluida la alimentación El sistema de becas de Ayuda primero es muy restringido y, segundo, muy diferenciado”.
Da su diagnóstico: “México tiene problemas alimenticios muy serios que impactan los niveles de competitividad, porque restringen el desarrollo intelectual desde los niños y eso obliga a que los programas de asistencia social no irradien en términos de beneficios. Hay una contradicción entre atacar la pobreza y quitar los programas sociales”.
Otro orgullo de la presente administración es el Seguro Popular con sus más de 4 millones de familias beneficiadas, la mayoría forman parte de la creciente economía informal. La investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, María Patricia Kurczyn Villalobos denuncia: “Lo que se llama asistencia social ya se acabó, porque ahora nos inventaron el seguro popular que trabaja con las instalaciones de lo que era la asistencia social, sólo que antes no cobraban y ahora sí”.
En otro ámbito, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández recientemente ha informado que este sexenio se incrementó la tortura en 300% e incluso denunció hostigamiento por parte de la Procuraduría General de la República.
La libertad de expresión, otra de las cosas de las que tanto se presume, tuvo ciertos avances como la creación el Instituto Federal de Acceso a la Información, que si bien todavía es restrictivo, su existencia ya es un avance. Pero también ha habido varias restricciones en la práctica, incluso la familia presidencial interpuso un juicio contra la periodista Olga Wornat por violación a su “intimidad, el honor y la dignidad” por lo que un juez la condenó a pagar 1.9 millones de pesos.
La especialista en libertad de expresión Manuela Olivos Angeles opina que en este rubro: “Vamos como el cangrejo: dos pasitos para adelante y tres para atrás. Se creó la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas, pero no sirve para nada; se despenalizan algunos delitos relacionados con el periodismo, pero pasan al ámbito civil con multas exorbitantes que un periodista no puede pagar”.
La investigadora nos refiere que: “Ha habido impunidad en los 22 casos de periodistas asesinados y de la desaparición de tres comunicadores, así como en los cuatro atentados a medios de comunicación, que pusieron en riesgo la vida de más personas”.
En la administración de Ernesto Zedillo se cometieron 24 asesinatos, y con Carlos Salinas 46 y el sexenio de Fox parecía iniciar relativamente bien, pues la coacción hacia los medio era a través de los ministerios públicos, pero al final del sexenio despuntó la violencia física contra los comunicadores.
Manuela Olivos explica que se debe a las crisis económica y política que son un detonante en el incremento de las agresiones a periodistas, como es el caso Oaxaca, Atenco y el periodo electoral. Al cuestionarla sobre si estamos mejor o peor en cuanto a libertad de expresión en comparación con el sexenio pasado, responde: “En mi opinión peor”.Son muchos los supuestos logros de los que se presume a base de cifras, pero al entrar al análisis de las mismas, nos encontramos números rojos.
Es así como entrega Fox al país a quien, por si fuera poco, ofrece continuismo.
domingo, noviembre 12, 2006
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