miércoles, diciembre 13, 2006

EL TRIUNFO DE LA OPACIDAD.

REFORMA.
Sergio Aguayo Quezada.

Presupuesto opaco.

Pasan los sexenios y cambian las personas pero el poder de la Secretaría de Hacienda se mantiene inalterado. "Dolores" o "Lolita" sigue decidiendo la forma y la cantidad de información entregada a los diputados y a la sociedad. El proyecto de presupuesto lo confirma y pone un signo de interrogación al compromiso con la transparencia.

Es de elemental justicia reconocer lo que sí funcionó durante el gobierno de Vicente Fox. Soy un admirador del Grupo Oaxaca que impulsó la ley que hizo posible al Instituto Federal de Acceso a la Información que en sólo cuatro años se ha convertido en referente de esa transparencia que otorga a la ciudadanía la palanca más fuerte para relacionarse con los gobernantes.

Por ello resulta tan comprensible y lógico el anuncio del flamante secretario de la Función Pública, Germán Martínez, de que el gobierno de Felipe Calderón impulsará una reforma para elevar a rango constitucional la transparencia. Por ello sorprende tanto que el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el 2007 esté tan manchado de opacidad.

De acuerdo con una serie de estudios realizados por FUNDAR, Centro de Análisis e Investigación, Hacienda preservó el hermetismo en algunos temas y en otros hizo retroceder los avances.

El retroceso.
Sin explicación alguna, Hacienda quitó de su página de internet la información que permitía identificar con precisión el destino final de los recursos entregados a diferentes dependencias. Regresamos a los tiempos de las grandes cifras agregadas; en el programa "Oportunidades", por ejemplo, ya sólo aparecen los montos asignados a los tres componentes tradicionales (alimentación, educación y salud) pero nada se dice, por ejemplo, sobre la cantidad dedicada a "Adultos Mayores".

Lo mismo sucede con "Arranque Parejo en la Vida": aparece anunciado sin explicitar cuánto dinero le dedicarán.Tampoco se detallan los recursos dedicados a los dos proyectos que Felipe Calderón se llevó de la campaña a Los Pinos: "Apoyo para el Consumo de Energía Eléctrica y Gas" y el "Primer Empleo".

La parquedad viola la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria que exige explicar los programas propuestos por primera ocasión.El triunfo de la opacidad. El presupuesto mexicano sigue teniendo zonas negras en donde se diluye la visibilidad.

Una consecuencia es que los diputados carecen de la perspectiva panorámica exigida por el difícil trabajo técnico-político que deben terminar durante el mes de diciembre.Por ejemplo, Hacienda sigue manteniendo bajo siete llaves las bases de datos que sostienen los supuestos de los Criterios Generales de Política Macroeconómica. Se trata de cifras primordiales para quien quiera conocer la base de los cálculos hechos por el Ejecutivo sobre el crecimiento de la economía, la capacidad de recaudación, el monto del presupuesto...

Tampoco informa de manera detallada sobre los activos financieros y no financieros de la banca de desarrollo y el sector financiero; es decir, sobre los recursos a su disposición o sobre los préstamos que recibe y otorga. Esa opacidad ya ha tenido costos para el país.En el presupuesto tampoco aparecen los datos requeridos para tener un marco adecuado a las cantidades incluidas en el presupuesto.

Ése sería el caso con las tendencias en el corto y mediano plazo de la deuda total contraída y de aquella parte de la deuda que, por no haberse pagado, provoca el aumento en el costo de los intereses; o con los "pasivos contingentes" que ha ido asumiendo el gobierno (pensiones, Pidiregas, Fobaproa, rescate carretero, etcétera) y que representa una carga cada vez mayor para el erario.

Una precisión indispensable: esta información sí existe pero se encuentra desperdigada en otros documentos y al no incorporarse a los textos entregados a los diputados limita la capacidad del legislador para tener una visión completa. La verdadera transparencia supone facilitar lo más posible el acceso a la información más relevante.

Las consecuencias.
El presupuesto es la política en un estado químicamente puro y en los 500 diputados y diputadas recae la enorme responsabilidad de discutir y aprobar el Presupuesto de Egresos (los senadores no son requeridos para esa tarea).Hasta hace muy poco tiempo estaban pésimamente informados y levantaban la mano por disciplina ya que sólo recibían un resumen del PEF; el acceso al texto completo era privilegio de unos cuantos.

Esa ignorancia facilitó catástrofes como la del Fobaproa o el rescate carretero que seguimos, y seguiremos, pagando. Aunque ahora el PEF está disponible, es prioritario allegarles todos los elementos posibles para unas decisiones bastante complicadas. El PEF entregado por el Ejecutivo cumple de manera insuficiente con ese objetivo. A futuro es necesario que las fracciones hagan uso de sus prerrogativas para exigirle a Hacienda más información.

La opacidad puede provocar improvisaciones y desperdicios. Por ejemplo, durante el gobierno de Vicente Fox los programas sociales "Adultos Mayores en Zonas Rurales" y "Apoyo a la Vivienda Rural" se manejaron de forma tan atrabancada que se facilitó la discrecionalidad y la manipulación política. Eso podría sucederles a programas nuevos como el de "Apoyos para el Consumo de Energía".

Hacienda sigue teniendo el poder para decidir qué información preserva y cuál entrega. En el IFAI he escuchado que Hacienda es incluso más hermética que la Secretaría de la Defensa. Lo está confirmando porque el proyecto de presupuesto enviado por el Ejecutivo significa un retroceso en la transparencia y una contradicción con el compromiso asumido por el nuevo gobierno. Las señales tan encontradas ¿serán un síntoma de "afoxamiento" precoz?

LA MISCELÁNEA
El influyente colega José Gutiérrez Vivó (Monitor) hace acusaciones muy graves en el último número de la revista Proceso (10 de diciembre del 2006). Asegura que Maximiliano Cortázar, coordinador de Comunicación Social del nuevo gobierno, le hizo saber que "está castigada su empresa, que vamos a observar lo que hace y cómo lo hace... y [que] si se porta bien" el Presidente le "dará una audiencia para llegar a un arreglo". De confirmarse el comentario estaríamos ante un indicio de que al menos un sector del gobierno buscará un retroceso en la libertad lograda por los medios. Ante la gravedad del caso el silencio de Los Pinos es insuficiente, salvo que sea una forma de confirmación implícita.

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