Pedro Echeverría V.
Rebelión
1. El presidente usurpador Felipe Calderón (FECAL) ha firmado -con gran propagación en los medios de información- un acuerdo para reducir en diez por ciento los salarios de él y de su gabinete. También ha prometido que este acuerdo del ejecutivo se extenderá a los representantes y funcionarios de los poderes Legislativo y Judicial. Esta reducción salarial sólo será para el sueldo base, no para la compensación que siempre es mucho mayor ni tampoco tocará los enormes gastos en asesores, secretarios personales, guardaespaldas, pasajes de avión, hoteles, uso de automóviles, gasolina, celulares y demás. Es decir, si el simple salario de FECAL es de 210 mil pesos al mes le quedarán sólo 189 mil pesos, además de las compensaciones que podrán acercar sus ingresos a unos 400 mil pesos, unos 37 mil dólares al mes.
2. Lo más grave es que el salario del presidente –aunque es un poco mayor que el de sus secretarios y subsecretarios de Estado- no es el más alto porque, como es bien conocido porque se ha publicado muchas veces, el salario mensual de los ministros de la Suprema Corte de Justicia es de más de 500 mil pesos. Si a esos salarios se les aplica un descuento del diez por ciento –no el 25 por ciento que planteaba Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y que Calderón toma como bandera política- esos poderosos funcionarios se “morirán” de risa. Ello, comparado con el salario mínimo diario de 45 pesos (cuatro dólares) que obtiene el 70 por ciento de la población, representa un verdadero insulto, una ofensa a la dignidad del pueblo mexicano. Pero esto el gobierno lo remedia subiéndole los salarios a las fuerzas armadas.
3. Los salarios de los miembros de ejército son privilegiados, sobre todo en sus más altos niveles. El secretario de la Defensa obtiene 228,599.10, un General de División más de 196 mil y un soldado raso recibe 4,053.38 pesos mensuales. Como puede verse esos salarios base de los altos mandos –sin compensaciones, prestaciones y demás- son altísimos comparados con el del soldado raso y del cabo que cobra 4,416.98 y mucho más altos que el del trabajador de salario mínimo que sólo llega a 1,350 pesos al mes. Pero el presidente FECAL ya les autorizó un aumento a los miembros del ejército como premio a sus servicios. ¿Habrá un cuerpo armado más disciplinado y fiel que el ejército mexicano? Desafortunadamente esa fidelidad no es con el pueblo, con los trabajadores, con los oprimidos y los más pobres. Sino sólo con el gobierno que les ordena y manda.
4. En México, durante los seis años del gobierno de Fox, no sólo se desplomó la producción pasando de seis a dos, sino que también se incrementó en seis millones más las personas que perdieron el trabajo o no pudieron emplearse. Muchas de ellas tuvieron que migrar a los EEUU, otras se dedicaron al comercio ambulante y otros más fueron orillados a acercarse a la llamada delincuencia. Para perseguir la “delincuencia” el gobierno de Fox, en vez de ir a la raíz -que es la creación de fuentes de trabajo con salarios justos- invirtió en cuerpos policíacos y castrenses, así como en estrategias semifascistas que se convirtieron en verdaderas razias en barrios pobres y colonias proletarias y miserables. No buscó solucionar el problema sino congraciarse con las clases ricas y los medios de información que le exigían represión.
5. Si bien el asunto de los multimillonarios salarios de los funcionarios es pequeño en proporción a la economía nacional, para la población es muy significativo porque le sirve para medir el pensamiento de cada gobierno. Los funcionarios panistas, por ideología y vinculación empresarial, ven al gobierno como una empresa privada y a los cargos como puestos gerenciales donde debe ganarse mucho dinero. Por eso continuamente se aprueban ellos mismos aumentos salariales, muchas veces con la aprobación de una “izquierda” corrupta que calla por conveniencia. Los altísimos salarios que cobran legisladores y funcionarios panistas, priístas, perredistas y demás –no menores de 150 mil pesos al mes y sus prestaciones- han servido para corromper la conciencia de los pocos nuevos que llegan a ocupar alguna curul u otro cargo.
6. Tras hacer una comparación de los salarios anuales del presidente mexicano y los miembros de su gabinete con los emolumentos (también anuales) de quienes ocupan esos mismos cargos en los gobiernos de otros países me encontré con lo siguiente: El presidente en Argentina gana 47,100 dólares, en Brasil 53,500, en Chile 32 mil, España 77 mil, en México 251,200 y en Perú 131 mil. Cuando esos salarios se ajustan al costo de vida de cada país entonces se ve lo que sigue: el de Argentina 40 mil dólares, Brasil 2 mil, Chile 5,700, España 81 mil, México 206,700 y Perú 152,700 ¿Qué puede concluirse? Que el presidente mexicano, así como de los secretarios y subsecretarios de Estado, según puede verse en el estudio: “Los Salarios de altos funcionarios en México desde una perspectiva comparativa” de Laura Carrillo y Juan Pablo Guerrero, son los más altos de la región.
7. Cuando López Obrador planteó y reiteró en su campaña que reduciría en un 25 por ciento los salarios de los funcionarios de su administración se le calificó de populista por el PAN, sin embargo a muchos en la izquierda nos pareció muy poco esa reducción de 25 por ciento porque sabíamos que el dinero mensual que se pagaba a los funcionarios eran una ofensa, algo así como una mentada de madre a la dignidad de los mexicanos y, al mismo tiempo, eran mucho más altos que los que percibían los funcionarios de otros países. Pensábamos muchos que ningún salario y sus respectivas compensaciones deberían ser mayores a los 100 mil pesos. Por eso cuando FECAL habla de una reducción de 10 por ciento a funcionarios con ingresos insultantes nos vuelve a ofender porque cree que somos unos insulsos que vamos a aplaudirlo.
8. Los dirigentes del PRD y del lópezobradorismo parecen haber comenzado a bajar su combatividad. Empiezan a contemporizar con los nuevos gobernantes que sirven al presidente espurio buscando que los medios de información, los calderonistas y priístas los aplaudan. Están poniendo el acento en la presión en el legislativo olvidando que los legislares del FAP no son nada si no tienen una fuerza de masas. Pero lo más grave es que sigan haciendo a un lado, o casi a un lado, al movimiento social. ¿Cuántas manifestaciones ha hecho el PRD contra la brutal represión al pueblo de Oaxaca? ¿Cuántos edificios, calles, embajadas, carreteras ha tomado el lópezbradorismo para obligar a la renuncia de Ulises y exigir la salida de todos los presos oaxaqueños? ¡Basta ya de que AMLO y el PRD sigan perdiéndose en gestiones y presiones burocráticas mientras el gobierno usurpador sigue encarcelando y asesinando al pueblo!
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=42617
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