martes, octubre 24, 2006

PARA ENTENDER LA NOTICIA

Por la derrota en Irak SE DERRUMBAN LOS ALIADOS INTERNACIONALES DE FELIPE CALDERON

Por Benjamin Castro
www.elregio.com
24-Octubre-2006

Cuando Felipe Calderón designo a Agustín Carstens como coordinador de su equipo econmico, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, correctamente señaló que con ello estaba "pagando deudas" que tiene el panista con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Carstens fue enviado al equipo de Calderón por Rodrigo de Rato, el actual director de ese organismo que proviene de los bancos españoles, específicamente de Banco Santander propiedad de Emilio Botín. Ese banco junto con BBV Argentaria y las compañías energéticas como Iberdrola o Repsol, representan la versión moderna del antiguo imperio español y son depredadores como lo fuera el imperio de los Hasburgo, ganan cuatro veces más en México que en su país.

Ese núcleo depredador controla mas de un 30% de la banca y de los recursos energéticos de todo el continente en este momento y está detrás de la campaña de José Maria Aznar, en contra de lo que el llama el "populismo" o el "castrochavismo" de América Latina.

Aznar lanzó en México esa misma campaña contra Andrés Manuel López Obrador, que sirvió como justificación a las "encuestas" que después mostrarían una supuesta caída de la popularidad de AMLO.

José Maria Aznar es una especie de sicario político del grupo de Dick Cheney el vicepresidente norteamericano, líder del movimiento neoconservador que en realidad es el sinarquismo.

Cheney tiene encima de él a otra figura mas poderosa que es George Shultz y entre ambos manejan al "idiota" que es el presidente George Bush , y ambos trabajan para las compañías Halliburton y Betchell respectivamente además de estar vinculados al resto de la mafia energética y las casas financieras de Estados Unidos y Europa.

Son ellos los que promueven la "guerra de civilizaciones" contra el " islamofascismo" y las guerras preventivas contra países como Afganistán, Irak, Irán o Corea del Norte.

Aznar y sus acólitos en Latinoamérica realizan una "cruzada" contra el "populismo" que tiene las mismas implicaciones. Como lo demuestra el caso de López Obrador en México y mas recientemente el de Correa en Ecuador, los neoconservadores han decidido cerrar la vía electoral a las fuerzas nacionalistas a lo que ellos llaman "el castrochavismo populista" a través del fraude.

En México esa decisión la encarna el "PRIAN" y su maquinaria electoral.

La buena noticia es que en Irak todos esos neoconservadores o sinarquistas han sido derrotados. La invasión de Irak planificada por Cheney desde principios de los años 90s, fracasó en los objetivos que él le había asignado.

Cheney quería un "cambio de régimen" en Irak para establecer un gobierno inestable que diera como resultado la desintegración de ese país. Pensaba a hacer los mismo después contra Irán, contra Siria, contra Arabia Saudita de acuerdo al guión del documento " Clean Breake", proyecto que propone "redibujar" el mapa del Medio Oriente eliminando a las naciones dé la región para imponer un orden feudal de puros "mini estados étnicos", totalmente controlables.

Pero antes de eso sobrevino la derrota. La guerra barata y privatizada de Cheney en Irak fue derrotada por la guerra asimétrica de las fuerzas que él mismo unifico con la invasión y la rapiña. Ahora los neoconservadores pierden la popularidad y el apoyo dentro de los Estados Unidos. En las elecciones del próximo 7 de noviembre es muy probable que los republicanos pierdan el congreso.

Esto no es seguro simplemente porque los demócratas no pelean. Pero es muy posible que la población repudie a Cheney y Bush y la guerra de Irak -- a pesar de la complicidad de los demócratas--, votando contra los republicanos. Los republicanos perderán las dos o cuando menos una de las cámaras. En ese momento se iniciará la debacle del gobierno neoconservador y Felipe Calderón se quedara huérfano.


Calderón y el rebase en curva
El sábado el periódico español El País publicó una nota brutal por claridosa...
Por: Jorge Zepeda Patterson
Fecha: 23 de octubre de 2006.

El sábado el periódico español El País publicó una nota brutal por claridosa. México sigue siendo el maná para los bancos españoles, afirma el diario. "De hecho, los analistas consideran que es el país más rentable del mundo para hacer banca", apunta textual, y añade que aquí los bancos operan con márgenes cuatro veces superiores a los de España, gracias a que en México tenemos comisiones mayores.

Al final, el directivo de uno de estos bancos señala: "Lo que aporta México sirve, entre otras cosas, para financiar parte del fuerte ritmo de crecimiento de España sin que el grupo tenga que ampliar capital".

No se trata de satanizar a la banca, sino a un modelo que ha permitido márgenes desproporcionados en actividades como la telefonía, la televisión o la construcción de carreteras, por decir algunas.

Quien apuntó el riesgo que corre Felipe Calderón de ser rebasado por la izquierda y por la derecha hizo una buena analogía por partida doble. Ser rebasado por la izquierda se refiere al peligro de explosiones sociales y rupturas graves por la inconformidad de grupos empobrecidos, ante la incapacidad del gobierno de atender sus demandas. Significa que, en efecto, Calderón "no pueda gobernar", como llegó a decir López Obrador.Sin embargo, con todo el potencial de inestabilidad que representa ese riesgo para Calderón, a mí me parece que el reto que representa la derecha es más inmediato y apremiante.

Entre otras muchas razones, porque si no resuelve su relación con los poderes económicos, el gobierno de Calderón no tendrá nada que ofrecer a los pobres más allá de obras de caridad con una mano y mano dura con la otra.Para que Calderón consiga disminuir la pobreza no basta con un alto crecimiento económico; requiere, además, de una mejor distribución. Los poderes de facto están de acuerdo con Felipe en lo primero (crecer más), pero nadie les ha metido en la cabeza lo segundo (distribuir mejor).

¿Cómo va a convencer a los banqueros de que reduzcan sus márgenes de comisión para promover un financiamiento más barato de la actividad económica?
¿Cuándo va a negociar con Slim para que su poderoso grupo reduzca tarifas o desmonte el monopolio que avasalla la economía mexicana?
¿De veras cree que la Coparmex accederá a modificar los privilegios del gran capital, para que se enriquezcan un poco menos y distribuyan un poco más?

Convencer al rico de que modere su apetito no sólo es complicado por aquello del camello y de la aguja, sino también porque buena parte de la dinámica económica está sujeta a mercados globales en los que no cabe invocar la buena voluntad. Quizá un pacto con los 100 empresarios más poderosos de México ayudaría a generar consensos para un ajuste al modelo, pero es un hecho que sin medidas legales y restricciones las fuerzas del mercado operan con su propia inercia.Lo cual reduce las opciones al terreno de lo político.

¿Puede Felipe Calderón con una visión de Estado obligar a las élites económicas a introducir medidas para paliar la desproporción social? No lo creo. Nunca como ahora los poderes económicos han sido tan activos en materia política. Participaron en el triunfo del propio Calderón financiando hasta el último momento la campaña, incluso con el riego de ser llamados al orden por el IFE. Pero sobre todo, porque han tomado posiciones claves dentro del propio aparato de Estado.Los principales grupos de poder económico tienen cuadros en el poder legislativo, están presentes en comisiones decisivas para la economía y ocupan posiciones clave de la administración pública.

Luego de los excesos de Echeverría y la nacionalización de la banca con López Portillo, el sector privado decidió que la clase política no era confiable para decidir los asuntos que les afectan y actuó en consecuencia. Personajes como Diego Fernández de Cevallos o Emilio Gamboa, incluso, operan mucho más como agentes de intereses de grupos económicos que como funcionarios de Estado.El tema no es cómo rebasar a estos grupos, sino simplemente cómo impedir que sigan avanzando.

La manera en que se resolvió la llamada Ley Televisa, sin ninguna concesión al interés público y con todos los privilegios para los monopolios, confirma que el gran capital no se limita a influir en los funcionarios para sacar adelante sus intereses; ahora los opera directamente en los espacios del poder político.La transición política generó en México vacíos de poder que han sido aprovechados activamente por los poderes reales (incluyendo al narcotráfico).

Para reestablecer un mínimo de eficacia por parte del Estado mexicano, Calderón necesita sacrificios de parte de los grupos de poder, pero todo indica que éstos no están dispuestos a cederlo.Ha llegado el momento en que Calderón vuelva la vista hacia los sectores sociales que buscan el cambio. Una alianza con ese enorme impulso desde abajo podría darle mejores ar-gumentos de negociación frente a los sectores poderosos. Antes de deshacerse de Josefina Vázquez, Florencio Salazar y operadores que tiendan puentes con los sectores populares, o de llenarse de diplomados procedentes de la iniciativa privada, Felipe tendría que evaluar la posibilidad de pactar con los que buscan rebasarlo por la izquierda.

De no ser así, sólo le quedará confiar en lo "que sea su voluntad" de los grupos de poder. Calderón requiere espacio de maniobra. Antes de pensar en rebasar tendrá que asegurarse de que tiene el mando del volante. No es precisamente El Peje su mayor obstáculo, sino los que ayudaron a subirlo al auto para que se quedase en el asiento del pasajero.

No hay comentarios.: