sábado, octubre 21, 2006

Advierte el Papa sobre dramática crisis de identidad mundial

Agencias

21/10/2006 13:28

Ciudad del Vaticano. El mundo vive una "dramática crisis de identidad" al sobrevalorar su capacidad técnica y dejar a un lado la necesidad de mantener el respeto hacia el hombre, la verdad o el bien advirtió este sábado el papa, Benedicto XVI.

Durante su discurso al inaugurar el año académico en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma el Sumo Pontífice afirmó que el contexto actual parece dar la primacía a la inteligencia artificial cada vez más dominada por la técnica experimental.

"Olvida, en este modo, que toda ciencia debe salvaguardar al hombre y promover su tensión hacia el bien auténtico; sobretodo cuando el "hacer" oscurece al "ser" no ayuda a recomponer el equilibrio necesario para dar sentido a la existencia", indicó.

Ante cardenales, obispos, autoridades civiles, benefactores y estudiantes en el Aula Magna de la institución educativa dependiente de la diócesis de Roma, el Papa alertó sobre la tentación que significa la labor investigativa sin considerar valores trascendentes.

Dijo que los docentes universitarios tienen el deber no sólo de indagar la verdad sino de promover su conocimiento y de defenderla de interpretaciones reduccionistas o distorsionadas.

"Poner al centro la verdad no es un acto meramente especulativo, restringido a un pequeño grupo de pensadores; al contrario es una cuestión vital para dar profunda identidad a la vida personal y suscitar la responsabilidad en las relaciones sociales", afirmó Benedicto XVI.

"De hecho -agregó- si se deja caer la duda sobre la verdad y la concreta posibilidad para cada persona de poder alcanzarla, la vida termina por reducirse a un abanico de hipótesis, vacías de referencia".

El líder máximo de la Iglesia Católica señaló que aprender la verdadera esencia de las cosas habilita al hombre para entrar en el corazón de las cuestiones, abre espacio a la pasión por la verdad y a la alegría por haberla encontrado.

"Dios es la verdad última a quien toda razón naturalmente tiende, solicitada por el deseo de cumplir hasta el final su propio camino; Dios no es una palabra vacía, ni una hipótesis abstracta; al contrario es el fundamento sobre el cual construir la

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